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Delicatesen presidencial

Actualizado: 12 may 2020



Es gratificante analizar lo que ha sido esta campaña a tan pocos días de que los colombianos nos confrontemos en el cubículo y con el tarjetón en mano. Esta vez y a diferencia de lo que ha sucedido por muchos años, hemos contado con calidad y cantidad de candidatos, lo que genera esperanza en que podemos tener un mejor país.


Es gratificante analizar lo que ha sido esta campaña a tan pocos días de que los colombianos nos confrontemos en el cubículo y con el tarjetón en mano. Esta vez y a diferencia de lo que ha sucedido por muchos años, hemos contado con calidad y cantidad de candidatos, lo que genera esperanza en que podemos tener un mejor país.


Es seguro que ideológica y partidistamente existan preferencias entre los electores, pero lo que resulta innegable es que cada uno de los aspirantes al máximo cargo de elección popular, son personas preparadas y con programas de gobierno sólidos y acorde a sus doctrinas.


Vargas Lleras, Petro, Duque, De La Calle o Fajardo, han construido sus carreras con la vocación cierta de algún día ocupar la oficina más importante de la Casa de Nariño. Y aunque en algunos existen más similitudes que en otros, todos y cada uno tiene un sello propio, una impronta que genera credibilidad en sus electores.

Creo sin temor a equivocarme que serán las elecciones más votadas en la historia de la democracia cafetera, y que si bien es cierto ya existen unas tendencias y que hay algunos contendores que sufren un fuerte rezago, no es consecuencia a su falta de capacidad o su programa, sino a circunstancias mucho más apegadas a la dinámica política.


Puntualmente si hablamos de Humberto De La Calle, podemos decir que es un hombre con gran formación y vasta experiencia en cargos públicos. Ha logrado ser coherente con el ideario liberal y sin duda su programa es el fiel reflejo de ese pensamiento. Pero aunque las encuestas muestran que su partido es el segundo con el cual los colombianos sienten afinidad, nunca logro enamorar esas bases que podrían hoy tenerlo en otro renglón.


Fajardo un hombre que ha logrado sentarse en el centro del espectro y que si bien es cierto su fortaleza no son los debates, escenario en el cual se pensaba podía ser un plus debido a su historia como profesor y la facilidad que debía tener para explicarse, cosa que no logro pero que sin temor a dudas representa la bandera anticorrupción y que quiere ser presidente enarbolando el camino de la educación.


Petro gran adalid de la izquierda de este país, ha logrado despertar el fervor ciudadano de las clases sociales más humildes, basando su discurso en propuestas populares ligadas al cambio de modelo económico, redistribución de tierras y el cambio climático. Estrategia efectivista que en algunos casos raya con la lucha de clases y el populismo, pero que despierta el inconformismo cultivado por años de desigualdad.


Germán Vargas Lleras es sin duda el más preparado de todos, en los debates saca a relucir su mejor estampa de estadista, la cual no la ha conseguido exclusivamente de la academia, sino que por el contrario es fiel resultado de toda una vida dedicada al sector público. De cada uno de los temas que le atañen al país, él tiene un cuadernillo donde se condensan sus propuestas.


Sin embargo el electorado pareciera no lograr el balance entre su carácter y su preparación.


Iván Duque en conjunto podría llegar a ser el mejor producto, joven, bien parecido, ameno, preparado y heredero del cariño del mayor endosador de votos en la historia, Álvaro Uribe Vélez. Se pensaba que su fin llegaría en los debates, que Vargas y Petro harían fiestas con él, pero no fue así y Duque ha logrado salir sin rasguños de estos encuentros. Su mayor debilidad está en la falta de experiencia, sin embargo ha logrado compensarla con un discurso sólido y ligado a la seguridad, la reducción de impuestos y el aumento de los salarios.


Esta baraja de las más altas calidades deja un sabor de boca de tranquilidad, en el cual tanto la centro izquierda, el centro y la centro derecha tienen más de un candidato para pensar y decidir. Lo más importante siempre será ir al fondo, conocer las propuestas y no quedarse exclusivamente con los titulares y los climaterios de las redes sociales.


Lo que se decidirá el próximo domingo no es un reinado de belleza, ni un festival de porras, por lo que es absolutamente necesario dedicarle tiempo a ver las propuestas de los candidatos, a votar con convicción y no por odio, a decidir con amor a Colombia y a pensar en el futuro de una patria que merece mucho más que unas peleas de galpón.


Es por eso que es muy motivador volver a ver como el espíritu de las ideas políticas resurge, ver cientos de manifestaciones públicas llenas como pasaba hace varias décadas, en donde la gente corea el nombre de su candidato y brillan sus ojos de esperanza al escucharlo. Volver a ver la plaza más importante de Colombia llena, la de Bolívar, y no solo una sino dos veces, y por propuestas políticas tan disimiles como las de Vargas Lleras y Petro con solo un par de días de diferencia.


Claramente a unos y a otros asusta uno que otro candidato, no obstante es una verdad de a puños que esta elección tiene mucha más carga y sustancia que aquellas más recientes, Santos vs Zuluaga o Santos vs Mokus. Aquí hay debate, aquí hay preparación, aquí hay de donde escoger y seguramente será una linda jornada en honor a la democracia la que viviremos este 27 de mayo.


Gane quien gane este domingo, que viva la democracia y que viva Colombia.


 

Giovanni MonroyPardo – CEO MasCreativo


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