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LA VIEJA ESTA

Actualizado: 22 jul 2020


De buenas intenciones está lleno el purgatorio, y nuevamente es la vice presidenta quien se convierte en flanco de ataque contra Duque.

El pasado lunes festivo 20 de Julio, día en el que se celebra la independencia de Colombia y se instala cada periodo legislativo, se presentó un hecho que desvío la atención nacional y que es muestra de la forma como la información baja de contenido es la que marca tendencia en las redes.


La senadora Aida Avella hacía uso del derecho a réplica que tiene la oposición luego que el presidente Iván Duque hubiese intervenido. En medio de su alocución cuestionó al presidente del Congreso y al Secretario por si su intervención era seguida por el máximo mandatario de los colombianos, a lo cual ni uno ni otro pudo dar fe.


Acto seguido quienes acompañaban al presidente Duque desde Casa de Nariño raudos tomaron sus teléfonos móviles y publicaron en redes sociales como él seguía atentamente a la delegada por los opositores para hacer uso de la palabra. Una de esas acuciosas personas fue la vice presidenta Marta Lucía Ramírez, quien publicó un paneo del lugar para mostrar como altos funcionarios acompañaban al presidente mientras él escuchaba a Avella.


De lo que la doctora Marta Lucía no se percató, es que en el video el presidente le hacía un comentario en privado a su esposa María Juliana Ruiz: “La vieja esta (haciendo alusión a la senadora de la oposición, Aída Avella) diciendo que dónde estaba yo, que no la estaba escuchando". Dicho video duró varios minutos al aire antes que la vice se percatara y procediera a borrarlo, tiempo suficiente para que fuera comidilla nacional.


Varias lecciones deben quedar de este particular momento. La primera y quizás la más importante es que definitivamente no estamos solos y que cualquier comentario puede ser grabado y difundido, esto aplica mucho más si eres figura pública y así estés rodeado de quienes son los que consideras más cercanos.


La segunda lección es que no se debe publicar nada antes de revisar completamente su contenido. No tengo duda, que de parte de Marta Lucia Ramírez la única motivación que tenía, era la de mostrar al presidente de manera ejecutiva observando atentamente a la representación de la contraparte. Pero de buenas intenciones está lleno el purgatorio, y nuevamente es la vice presidenta quien se convierte en flanco de ataque contra Duque.


Lo que no logro entender, es por qué siempre la estrategia de comunicación del Gobierno es tan tardía, o desacertada como en este caso. Siendo claro el error, rápido camino a la redención; por el contrario el silencio convirtió nuevamente las redes sociales en un tinglado de defensores y contradictores en el que la narrativa argumentativa no era nada diferente a las mal querencias. Poco le costaba a la Casa de Nariño por la misma vía ofrecer excusas por utilizar un término castizo, y haber zanjado una discusión que a la postre llenó titulares de prensa generando una nube negra más al presidente de los colombianos. Esta es la tercera lección.

Coloreando:


Quienes defendían a Duque rápidamente buscaron en Twitter los múltiples trinos de la senadora Avella, en los que se refería de manera chabacana y desobligante al presidente. Y si bien es válido cuestionar las formas como la senadora alude al mandatario, no es argumento para pretender justificar en la bajeza y la grosería el descache del presidente.



Duque ha sido siempre reconocido como un caballero, un hombre de buenos modales y por encima de todo, su investidura conlleva unas conductas superiores, lejanas a la calentura que puede causar el debate visceral que todos los días le quieren plantear quienes están por convicción o por conveniencia atrincherados disparando en su contra.


Poco se enteraron los colombianos sobre la agenda legislativa que el gobierno presentará al legislativo, poco se dice del discurso trasnochado de la oposición el cual, sin duda y escarbando, guardaba merecidos reclamos sociales. La sonoridad se quedó, promovida en principio por políticos y luego por tuiteros y troles, en un ruidaje mediático más.


La invitación entonces es, a que, superado el show, dejemos las tendencias tribuneras y busquemos entre todos el camino que nos permita salir lo mejor librados de esta crisis. Esta sin duda es la legislatura más importante de los últimos tiempos, pues encarnará la base legal y la visión de a dónde queremos llegar y cómo poder hacerlo.




 

(Yoko) Giovanni MonroyPardo

Director General







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