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Marketing cliché o necesidad

Actualizado: 12 may 2020



La globalización y el acceso a las nuevas tecnologías ha hecho de muchas cosas innecesarias tendencias, y dejar que otras muy importantes se conviertan en meros objetos decorativos. Y el marketing no es la excepción.


Pero ¿por qué entrar en una discusión que pareciera para los conocedores innecesaria? ¿Es acaso la mercadotecnia indispensable? ¿Marketing = Redes Sociales? Esperamos despejar muchas de esas dudas en este artículo y de paso ayudar a impulsar tu empresa, producto o emprendimiento.


Se ha convertido en una mala costumbre entender que el marketing es lo mismo que la gestión de redes sociales, agenciado a través de generación de contenido relacionado con producto o marca. Si bien es cierto es un canal no es el verdadero significado, pues entre otras cosas podríamos encontrar muchos casos en los cuales la mala utilización de las redes sociales puede ir en contravía de la buena imagen del artículo.


El marketing realmente es el conjunto de técnicas que buscan mejorar la comercialización de un producto, y lo más importante es todo el conjunto de estudios que deben realizarse previo al alumbramiento del mismo al mundo.

Te dejaremos para tu análisis la teoría de las cuatro P, para que luego de terminar de leer esta entrada analices tu emprendimiento y evalúes si vas por el camino correcto.


1. Producto:

Es definitivo el conocimiento a fondo del bien o servicio que estás ofreciendo. Entender los factores diferenciadores, las promesas de valor, su empaque, la forma como el mundo lo va a ver, es un paso primordial para prever la posible respuesta del mercado.


2. Plaza:

Es el local o tienda donde tu producto será comercializado, bien sea de manera digital o física. Entender que no todos son lugares comunes en los cuales cualquier bien o servicio puede ser exhibido para la venta es parte de la cadena de estudio. Supongamos que en una panadería exhibieran al lado de la caja registradora veneno para roedores. Estoy plenamente seguro que ambos negocios quebrarían, tanto la venta de pan como la del raticida.


3. Precio:

En esta evaluación no sólo te dediques a definir cuanto vas a cobrar, sino piensa en si hay cadenas de intermediación que puedan afectar el valor, los medios de pago y recaudo, entre otras. Ahora bien es importante entender que el precio corresponde a la ponderación real de valor. Entonces es el resultado de los costos de producción y cuan necesario y útil pueda llegar a ser para el consumidor final, ahí está la clave.