Un coscorrón vale más que mil palabras (Parte 1)

Pocas cosas resultan más difíciles de superar que una crisis en la reputación, ya en una columna anterior había mencionado que generalmente es más costoso recuperar la imagen de un cliente que posicionarla.
El hoy candidato a la presidencia Germán Vargas Lleras es tal vez la persona dentro de la baraja de aspirantes a la máxima dignidad política y administrativa de Colombia, a la cual se le reconoce mayor conocimiento y preparación para llevar las riendas del País. Su amplia trayectoria dentro del ámbito legislativo, que lo llevó a recorrer desde los pasillos del Concejo de Bojacá hasta los tapetes rojos del Capitolio Nacional. O su exitoso paso por las carteras de interior y justicia, así como la de vivienda y luego como vicepresidente le han dejado una estela de hombre disciplinado y ejecutor, cosa difícil de encontrar en el ecosistema de la
política colombiana.
Este bogotano de 62 años, desde el momento de su alumbramiento tuvo el sino de llegar a pugnar por la presidencia de este rico y biodiverso país. Nieto del expresidente de Carlos Lleras Restrepo carga en su sangre el ímpetu y el abolengo de su bien mentado abuelo materno.
Vargas Lleras hoy con dificultad se acerca a las 2 cifras en la intención de voto de cualquiera de las encuestas realizadas por diferentes firmas, y si bien es cierto que tienen mejor reputación O.J. Simpson o Nicolás Maduro que la más reputada de las encuestadoras en nuestro país, no es un hecho menos cierto que esos resultados inducen para uno u otro lado la opinión y posiblemente el voto de muchos colombianos.
Ahora bien la realidad que hoy vive Vargas Lleras no es la misma que gozaba hasta ese fatídico 21 de Diciembre de 2016, ese nublado día en que sombrilla en mano en el municipio de Ciénaga de Oro, arremetió con un coscorrón contra el sargento Ahumada miembro de su esquema de seguridad, hecho que quedó grabado por uno de los espectadores que ansioso filmaba el recorrido del entonces Vicepresidente por una de las enfangadas calles de ese lugar en el departamento de Córdoba y que minutos después se convertía en el peor virus que hasta hoy padece el candidato.
Tan solo 2 semanas antes había salido la última encuesta que media la imagen de los posibles candidatos a la presidencia de la república, y en esa como en todas las demás, el mayor de los hermanos Vargas Lleras gozaba de la mayor favorabilidad en este caso el 61%, tan solo superada