El Covid 19 ha supuesto un cambio a todo nivel dentro de los comportamientos sociales, económicos y de consumo. Las sociedades a nivel mundial vienen en un constante proceso de cambio, y las consecuencias derivadas por la pandemia no han hecho más que acelerar ese proceso. La necesidad de promocionar más los productos, servicios o imágenes personales o corporativas ha hecho que el crecimiento de tendencias que venían con un desempeño gradual sean hoy el pan de cada día, y en Emporia queremos hacer un análisis una a una de ellas, para entender porque hoy se convierten en factores de análisis a la hora de estudiar el contenido que consumimos a diario dentro del panorama digital.
Empecemos por lo divertido, TikTok cambió el panorama digital y de entretenimiento en el mundo, y lo seguirá haciendo; sus más de 1500 millones de usuarios lo confirman y deja varios aspectos para revisar: el primero: el video seguirá siendo el rey de los tipos de contenido, arrojando una estadística reveladora: más del 60% de los usuarios de internet afirmaron haber visto un video en el último mes (en diferentes plataformas como Snapchat, Instagram Facebook o YouTube), según una encuesta realizada por GlobalWebIndex. El segundo: el “short content” es cada vez más apetecido dentro de los contenidos que se consumen, haciendo que los mensajes cortos y concretos sean de mayor fascinación para el público; y cómo tercero: la “cultura meme” adopta cada vez más adeptos en la producción de contenidos, lo fresco, lo creativo y a la vez burlesco, hace que las marcas y diseñadores replanteen sus estrategias ante esta irrupción creciente en la demanda de este tipo de materiales.
Por otra parte, el aislamiento ha generado que el “contacto social digital” haya crecido en cantidades alarmantes, y plataformas utilizadas netamente en un ámbito corporativo como Zoom, Google Meet, Go To Meeting, entre otras, empiecen a tener adaptación en los contextos sociales por su versatilidad, plataformas robustas de conexión y “cercanía” en una situación de distancia obligada. En este aspecto, las redes sociales han decidido replantear sus ideas de “conversaciones privadas” y dar más cabida a entornos sociales más amplios, como es el caso de Whatsapp, que pasó de permitir conversaciones privadas vía video a ya poder realizar videoconferencias grupales (en su última actualización permiten conversaciones de hasta 8 personas, funcionalidad que aún no ha llegado a Colombia). Mismo es el caso de Linkedin, la red social profesional, que comenzó la implementación de una nueva función de “Compañeros de Equipo” que permite a los usuarios ver más actualizaciones y contenido de las personas con las que trabajan, en tiempo real.
De igual forma, cada vez los empleados de las empresas cobran más relevancia como embajadores de marca, y es un fenómeno que se acrecentó con la pandemia. Las empresas que lograron adaptaciones rápidas al entorno de la crisis, lograron generar fidelización, gratitud y exposición de su marca de forma acelerada a través de sus empleados y colaboradores, teniendo resonancia en el entorno social digital, que mostró su simpatía y deseo de adquirir productos o servicios de las mismas. Caso contrario, las marcas que mostraron políticas fuertes de recortes salariales, despidos masivos o decrecimiento de beneficios para sus empleados, han sido “castigadas” dentro de los entornos digitales, creando un efecto reputacional negativo que en el presente y en el futuro inmediato generará un factor relevante y posiblemente decreciente dentro de su facturación.
Por último, la siempre linda batalla entre el marketing social vs el marketing de resultados, seguirá siendo tendencia durante este año. Si bien la disminución de los alcances orgánicos en las redes sociales ha generado un aumento en la generación de estrategias de pauta para lograr “conversiones” (contactos comerciales, ventas y nuevos consumidores), la visibilidad de marca ha reflotado dentro de las prioridades y objetivos de los generadores de estrategias digitales, un aspecto potenciado por la crisis; así que hoy en día es normal ver el rediseño de marcas dentro del entorno social media y el crecimiento de las mismas a través de estrategias de colaboración, recomendación y llamados a la acción directos y orgánicos, dados por los mismos generadores de marca y sus consumidores. Esta balanza, si bien no es equilibrada, si puede dar luces de lo que serán los cambios en los entornos digitales en los tiempos venideros.
Como conclusión, esta situación, nueva para todos en el planeta, definitivamente cambiará las formas como nos relacionamos, como interactuamos y como reaccionamos, y cambiará las formas de comercializar productos o servicios. Esperemos cuáles de estas empresas logran adaptarse, sobrevivir y salir adelante ante este enorme desafío y que no repitan los casos de Kodak o Blockbuster, gigantes en sus industrias en su momento que hicieron oídos sordos a las señales que claramente se les mostraban, y murieron siendo emperadores.
Camilo Monroy Pardo – Columnista
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